¡Qué duda cabe que hoy el devenir político de nuestra región se ha movido fuertemente a la izquierda!
Con ello, la estigmatización del lucro.
Sin embargo, Marx no se preocupó por el concepto de lucro, puesto que, según él, en las transacciones comerciales las mercancías se intercambian según sus valores equivalentes, es decir no hay ganancia en el intercambio, puesto que solo se intercambian mercancías por valores iguales. La ganancia del dueño de una empresa, según Marx, viene dada porque este se apropia de una parte del trabajo realizado por el trabajador, es lo que llama Marx explotación.
En consecuencia, a Marx le interesa terminar con la explotación y no con la ganancia o el lucro.
Mi amigo Nilo González, colaborador de tomate®governance, me dice que Marx plantea que las palancas del capitalismo son la competencia, el consumo y el crédito. Considera que el dueño de un capital que no lo invierte productivamente es un capitalista trastornado.
El capitalista, según Marx, está obligado a poner en movimiento el capital, no puede dejar de hacerlo, el capital es el que manda.
¡Viva el lucro, según Marx!
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