Según la Encuesta Latinoamericana 2023 de Boards de Tomate Consultores, la participación femenina en la alta dirección avanza lento, pero seguro: se ha duplicado en los últimos ocho años y se espera que en una década más las mujeres sean mayoría en la mesa de las empresas de la región.
—“El 2015, la encuesta de Tomate Governance que abarca empresas abiertas y cerradas en bolsa, arrojaba que en un 56% de los directorios no había más que hombres”, comienza explicando Sergio Guzmán, socio de la consultora experta en gobierno corporativo. Su firma lleva ocho años monitoreando, entre otros temas relativos a los gobiernos corporativos, la participación femenina en la alta dirección. “No me extrañaría que el porcentaje de mujeres en el directorio avance a una cifra cercana al 55%, pero para eso creo que deberemos esperar una década más”, añade.
Según la edición 2023 de la Encuesta Latinoamericana de la consultora, la mujer avanza lento pero seguro en el gobierno empresarial: si hace ocho años en el 56% de los directorios de la región solo había hombres, ahora eso solo pasa en el 25%. Y es más: actualmente, en el 45% de todos los boards ya hay más de una mujer. “No es poco lo que se ha avanzado. Creemos que el avance a futuro vendrá más orgánicamente, fruto de que la eficacia de la mujer, en general, es mejor que la de los hombres. No me extrañaría que el porcentaje de mujeres en directorio avance a una cifra cercana al 55%, pero para eso creo que deberemos esperar una década” sostiene Guzmán.
Para esta encuesta en Tomate entrevistaron a 483 directores y gerentes de empresas de Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Argentina, México.
CUMPLIMIENTO Y ÉTICA
El ejecutivo, quien ha sido director de varias empresas destaca el aporte de la mujer en el cumplimiento y la ética. “Cuando no hay mujeres en el directorio, el cumplimiento y la ética como procesos directivos clave alcanza un 13% de relevancia frente a un 24% y 26% de relevancia cuando en el directorio hay una y más de una mujer, respectivamente. Pareciera que las mujeres tienen más preocupación de la coherencia entre el decir y el actuar que los hombres, cosa que, en general, yo tiendo a corroborar en mi experiencia directiva”, advierte.
En la encuesta también se les preguntó por la marcha de sus países, no encontrándose diferencias de apreciación entre hombre y mujeres al respecto, aunque ambos coinciden en colocar los riesgos políticos y estratégicos de sus naciones como una de los amenazas para sus empresas.
- ¿Era lo esperable que en este tiempo se haya pasado de una mujer a más de una mujer en los directorios?
-Era deseable y esperable. El ritmo nos parece que ha sido robusto, porque una cosa es destacar el desequilibrio y otra distinta tener tantas mujeres bien preparadas para esta función para las que están mejor dotadas pero peor preparadas, en general.
PREOCUPACIONES DEL BOARD
Tradicionalmente el tiempo de los directorios se dedicaba mayoritariamente a analizar los resultados del mes y menos a lo estratégico, pero en los últimos cinco años la estrategia ha pasado a dominar como prioridad, revela la encuesta de Tomate. “La irrupción de lo digital y las crisis sociales y económicas que han azotado la región han forzado a revisar modelos de negocios muchos ya obsoletos”, explica Guzmán.
Sostiene que si bien los riesgos financieros siguen prevaleciendo, la emergencia de los riesgos estratégicos “han reemplazado a los riesgos legales y de reputación, adquiriendo un parangón competitivo que antes no conocíamos”.
En ese mismo recambio de prioridades entró la ciberseguridad, que pese a los cada vez más frecuentes ataques ha dejado de ser prioridad. “Es un tema que sube y baja. La ciberseguridad es un riesgo moderno, que se acentúa con la digitalización que acompañó a la crisis sanitaria pero que, al dejar de restringir la vida común de los negocios, ha vuelto a niveles pre pandémicos”.